miércoles, 6 de junio de 2012

Pi Pan hace un descubrimiento


Pi Pan era un niño gnomo. En su casa le llamaban Pi y en la escuela
le llamaban Pan. Su mejor amiga se llamaba Plas.

Pan no sabía donde vivía Plas y sólo la veía en la escuela
y cuando había alguna fiesta o un cumpleaños.
Pan no le podía llamar por teléfono a Plas porque los gnomos
no tienen teléfonos, ni internet. Pan se aburría muchísimo en su
casa porque no tenía con quien jugar. A veces le decía a su mamá que
si jugaban; pero solo jugaba un ratito muy chico con el y siempre
se quedaba con ganas de seguir jugando.

Había cosas que le gustaba hacer a Pan. Por ejemplo, le gustaba
hacer dibujos (los gnomos usan unos lápices que nunca se les
acaba la punta y no necesitan sacapuntas). También le gustaba
inventar canciones y a veces le gustaban mucho las canciones que
cantaba. A veces repetía las canciones de la escuela; pero les cambiaba
un poquito; para que fueran de él. Pan no podía ver televisión porque
los gnomos no tienen televisión. Otra cosa que le gustaba hacer a Pan
era formar todos sus juguetes, haciendo una linea un poco chueca.
Los formaba por tamaño, por colores o por el olor que tenían.

Un día, un tío de Pan llegó a su casa y después de estar un rato muy largo
platicando con sus papás, su tío lo llamo y le regaló dos cubos
de un color transparente, azul; como el agua que hay en los lagos.
Su tío le dijo que eran unos cubos de recuerdos, los había comprado en el
mercado y eran los mejores recuerdos que el dinero gnomo podía comprar.
Pan no sabía que era un recuerdo. Bueno, claro que recordaba cosas;
pero no sabía que la palabra recuerdo existía. En la lengua de los gnomos,
la palabra recuerdo también significa dulce y significa pie pequeño (los
gnomos hablan un lenguaje distinto al nuestro; es como cuando ves
una película en otro idioma, no se entiende nada; aunque parezca que
hablen). La palabra para recuerdo en gnomo no se puede pronunciar con las
letras que tiene el español.

Pan quiso probar los cubos de recuerdos; pero su tío le dijo que tenía
que esperar. Pan solo podía ver unas cosas como nubes dentro de los
cubos. Se movían como las nubes cuando vamos muy rápido y vemos
al cielo; o como el viento que mueve el humo que sale de un cerillo.
Pan estaba muy intrigado; porque quería saber como funcionaban los
cubos de recuerdos. (¿Tu tienes recuerdos? ¿Te acuerdas cuando eras
mas pequeño?)

El tío de Pan le dijo que se sentara. Luego puso uno de los cubos
en una mesita frente a Pan y le pidió que los tocara con la punta de
los dedos. El humo que estaba dentro de los cubos se movió muy rápido
y el cubo que tocó Pan se puso mas blanco en donde los estaba tocando,
como si cambiara de color solo en ese lugar. Su tío le dijo que ahora esperara
un poco mas. Esperar le molestaba muchísimo a Pan (a los niños gnomos
también les desespera esperar, como a los niños humanos)

Después, casi cuando se iba, su tío le dijo a Pan que pusiera el cubo
debajo de su almohada antes de dormir. También le dijo que le diera
el otro cubo a su mejor amigo. Pan le dijo que no tenía mejor amigo,
que su mejor amiga era Plas y que la vería hasta el otro día en la
escuela. Además, le dijo, no se donde vive y puso una cara muy triste.

Su tío le dijo que no se preocupara, que si ponía el cubo debajo de su
almohada y pensaba en Pan, ella recibiría el cubo en su casa.
Así lo hizo Pan. Se fué a dormir y casi de inmediato comenzó a soñar
con todos los recuerdos que había dentro del cubo. Conoció las maravillosas
aventuras de un país de los gnomos de los gnomos, que son los gnomo-gnomo
y son pequeñitos pequeñitos como del tamaño de un dedo de un gnomo
y viven en ciudades ocultas de la vista de los gnomos. También
soñó con recuerdos que no tenía, de una ciudad muy lejana, donde las
casas tenían puertas pequeñas y de color lila (Pan tampoco sabía que
existía un color lila, bueno; si había visto cosas lila; pero no sabía
que ese color se llamaba lila). Soñó con una panadería muy bonita
en donde se horneaba un rico pan de huevo de hormiga, muy oloroso
y con un sabor muy rico; con sabor a fiesta de cumpleaños y
sabor a columpio.

Pan soñó con muchísimos recuerdos que no eran de el y solo pudo
recordar al día siguiente, los recuerdos de cosas que le gustaron.
Cuando despertó platicaba y platicaba de todo lo que había soñado;
pero sus papás estaban muy ocupados porque tenían que ir a trabajar.
Y le decían si, mmju, que bonito! y otras cosas; pero Pan sabía que
no le hacían tanto caso.

Cuando llegó a la escuela, en el recreo platicó con Plas y descubrió
que Plas también había soñado muchos recuerdos que no eran de ella
y que había aparecido un pequeño cubo debajo de su almohada.
Plas estaba feliz y le contó todo a Pan. Luego se rieron muchísimo
cuando supieron que muchos sueños que tuvieron eran los mismos.
¡Habían soñado juntos!

Ese día Pan descubrió los cubos de recuerdos y también supo donde
vivía Plas. Después les pasaron muchas aventuras, porque supieron
que si ambos tocaban los cubos al mismo tiempo; podían platicar
como si estuvieran en el mismo lugar. Y ya no se sintieron solitos
cuando estaban en casa; porque siempre tenían a alguien con quien
jugar y siempre se divertían muchísimo.

Pan no sabía que muchos de los recuerdos de los cubos eran
recuerdos de cosas que aún no pasaban y eran aventuras que el iba a
tener con Plas. Pero eso es otra historia, por ahora hay que ir a dormir
porque ya es hora. Y colorín colorado, que este cuento se ha acabado.



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